Estos ejercicios son una contribución única de Yogananda a la ciencia del yoga. Utilizan una combinación de concentración, fuerza de voluntad y respiración para dirigir el flujo de energía a las distintas partes del cuerpo. Este flujo es enviado al tensar y después relajar los músculos de la zona que queremos recargar. Al principio lo que se siente es la tensión de los músculos, después podrás experimentar el flujo de energía que crea la tensión en esos músculos. Finalmente serás consciente de cómo dirigir ese flujo.
Paramhansa Yogananda explica que atraemos el Prana indirectamente por medio de la comida, así como por medio del oxígeno y la luz solar. Estas fuentes indirectas de energía son como el agua que se pone en la batería del coche. Cuando la batería se gasta, por mucha agua que le echemos no conseguiremos que vuelva a funcionar, tiene que recargarse de otra fuente de energía. De forma similar, Yogananda explica que nuestros cuerpos viven indirectamente de la comida y directamente de la energía cósmica que fluye a nuestro cuerpo a través del bulbo raquídeo, localizada en la base del cerebro.
El control de la energía es una parte fundamental de la ciencia del yoga. Somos seres de energía, de hecho la materia es una mera proyección de patrones de energía. Los Ejercicios de Energización, te ayudarán a controlar la fuerza vital. Es difícil no dar importancia al valor de estos ejercicios, que han sido desarrollados por Yogananda específicamente para enseñarnos cómo obtener el control sobre la energía sutil llamada Prana. El mismo Yogananda inventó la palabra “energización”. También dijo que si estuviéramos abandonados en una isla desierta y tuviéramos que elegir una de las técnicas yóguicas, los ejercicios de energización serían la técnica que nos permitiría descubrir la ciencia del yoga en su totalidad.
Sería bueno que viéramos nuestros cuerpos como una expresión exterior de patrones de energía. Nuestros cuerpos, nuestra salud, nuestra felicidad, nuestros propios pensamientos, están determinados por el nivel y la dirección de nuestra energía. Debemos acostumbrarnos a ver la vida como una imagen en una pantalla de cine que proyecta patrones de luz y sombra. Una vez que comprendamos el hecho de que somos meramente una proyección de patrones de energía, tenemos una herramienta muy poderosa en nuestras manos para transformarnos. Si creamos los patrones en nuestra vida, también es posible cambiar estos patrones directamente. Con esta comprensión tenemos en nuestras manos las llaves del reino de Dios, ya que todo lo que se necesita para encontrar a Dios es eliminar nuestra identificación con las falsas imágenes de quiénes somos.
Para cambiar algo es mucho más efectivo aprender a controlar la energía que está en la materia, que controlar la materia misma. Una vez que el patrón se ‘congela’ en su manifestación exterior, es mucho más difícil cambiarlo. ¿No es mucho más fácil cambiar los planos de una casa que cambiar las paredes de sitio una vez que está construida?.
Si aprendemos a controlar el Prana y cambiar los patrones subyacentes de energía, podremos hacer milagros con nosotros mismos y con los demás.
Aquí tenéis una idea parcial de los beneficios que pueden conseguirse cuando uno es capaz de controlar y armonizar el flujo de Prana.
En el cuerpo
Podemos tener una capacidad infinita de energía para el trabajo, las relaciones y para disfrutar de la vida. Cuando empecemos a sentirnos cansados podremos recargar el cuerpo y la mente instantáneamente. Podemos disfrutar de una salud vibrante debido a que las células del cuerpo estarán siempre energizadas. Si tenemos heridas, podremos curarlas. ¿Suena esto imposible? ¿Significa esto que nunca estaríamos enfermos? No necesariamente, pero si enfermáramos, podríamos dirigir conscientemente suficiente energía curativa como para que nos permitiera recuperarnos rápidamente.
En la mente
Fácilmente podríamos concentrar la mente en lo que estamos haciendo, tanto trabajo como meditación. El éxito estaría garantizado debido a que podríamos utilizar la energía necesaria para superar cualquier obstáculo del camino. Muy raramente tendríamos estados de desánimo y si aparecieran podríamos trabajar con ellos y cambiarlos, ya que nuestros estados de ánimo dependen del nivel de energía. Encontraríamos mucho más fácil superar actitudes y hábitos indeseados. Atraeríamos hacia nosotros el tipo de personas y circunstancias que deseamos. Las leyes del magnetismo están directamente relacionadas con las leyes de la energía.
En el alma
Podríamos entrar en estados de meditación profundos y rápidamente obtener la quietud de la mente y un corazón abierto. Nuestra devoción tendría un poder inmenso y rápidamente atraeríamos la bendición de Dios y de los Maestros. Las oraciones por otros y por el mundo serían poderosas y efectivas.